De un hermoso color rojo violáceo con aromas a cerezas negras, frutas oscuras, chocolate amargo y especias para hornear como nuez moscada y canela. En boca, el vino despliega bayas oscuras y sabores a ciruela compañados de toques de sándalo y especias, e incluso notas a violetas resaltan en el final. Este es un vino de buen cuerpo y estructura,increíblemente lleno de vida y nacido para ser disfrutado con comida y amigos.
Acompaña muy bien diversas comidas, especialmente carnes y asado. Algunas recetas singulares incluyen: Polenta asada con Ragú de setas silvestres, codorniz asado con quinoa, Pilaf de grosellas y piñones, o jabalí, Risotto de tomates cherry secos con salvia.
La Familia Pizzella te invita a un viaje hacia el oeste de Mendoza, al Valle de Uco para una tarde de domingo con su familia. No habrá ningún itinerario a seguir más allá que el del sol calentando tu piel y el aire llenando tus pulmones. Te sentarás en la mesa familiar y con cada momento que pase, te sentirás más y más parte de ese mundo. Y te recordará algo muy importante
– DISFRUTAR DE LOS MOMENTOS SIMPLES.
Paula y Pablo Pizzella vinieron de Buenos Aires a Mendoza en el año 2000, donde lograron un éxito temprano cultivando uvas Malbec de clima frío. Ambos padres son profesores de educación física, y junto con sus tres hijos trabajan incansablemente acondicionando juntos este hermoso viñedo de 10 hectáreas.
Su aproximación a la vitivinicultura puede ser mejor descripta como “meticulosa”con un balance y precisión tan exactos como sus objetivos. La finca en Altamira (La Consulta) donde el viñedo está ubicado fue bautizada Finca Coquena, llamada así por el Dios y protector de las cabras, ovejas y llamas de la Cordillera de Los Andes.